El calor y el cambio de nuestros hábitos por las vacaciones afecta a su salud intestinal y acarrea problemas digestivos
ABC
La gastroenteritis es la causa más frecuente de enfermedad entre los perros
Las altas temperaturas y los cambios en la dieta de los animales son factores que pueden provocar gastroenteritis que si se atajan a tiempo nada puede pasar lo malo es si nos descuidamos... puede ser mortal. Con la llegada del verano y las consabidas vacaciones, los humanos cambiamos en buena medida nuestras costumbres habituales y también, en cierta medida el de nuestras mascotas.
El cambio de horarios, las comidas, el agua y las altas temperaturas son factores que influyen en el bienestar de perros, gatos y pequeños roedores. En el caso de perros y gatos, durante este periodo, consumen con más frecuencia las sobras de nuestras comidas y con las actividades al aire libre (en especial los perros) suelen ingerir plantas y hierbas, todo ello hace que a menudo les siente mal aquello que comen. Esto provoca que acaben teniendo diarreas y problemas digestivos que son incómodos tanto para el animal como para el propietario.
Gastroenteritis en perros
La gastroenteritis es la causa más frecuente de enfermedad entre los perros y, aunque en la mayoría de los casos no necesita tratamiento ni visita veterinaria -repetimos si se coge a tiempo- es una causa de malestar en el animal. Los síntomas de los problemas intestinales puede ser muy diversos y provocan numerosos inconvenientes para las mascotas, entre los que se encuentran. Pérdida de apetito, vómitos, diarrea y estreñimiento.
En los casos más extremos, el animal también puede presentar heces con sangre y «esteatorrea» o lo que es lo mismo problemas en la absorción o digestión de los alimentos, que pueden derivar en una pancreatitis. Si advierte los primeros síntomas y en un par de días no se soluciona les recomendamos que acuda al veterinario el sabrá perfectamente como atajar el problema.
Según fuentes consultadas, en general, si se cambia la dieta bajo control veterinario y se toman las medidas oportunas, pocas veces se dan trastornos gastrointestinales. Pero dada la variedad de alimentos no aptos para los perros y la complejidad del propio sistema digestivo, con sus múltiples funciones y los órganos que colaboran en todo el proceso, el diagnóstico y posterior curación de un trastorno gastrointestinal puede ser muy complejo y puede, como decimos derivar a procesos más graves. Por eso, siempre es recomendable acudir al veterinario.
Para tratar estos desajustes digestivos en la actualidad existen en el mercado una serie de productos con una gama específica para este problema.
Con una combinación de ingredientes altamente digestibles, como el arroz y las proteínas hidrolizadas junto con ingredientes activos, se crea un soporte nutricional que ayuda a frenar las diarreas y a mejor la salud intestinal. Controlar lo que come y que no le falte en ningún momento el agua, fresca; pero no fría... y sobras de nuestra comida: ¡nunca!
Cuidados en gatos
En los días de calor, el gato necesita ingerir más agua que en invierno. Debemos tener su cuenco siempre lleno con agua fresca (no fría). También hay que cuidar mucho la alimentación y vigilarla... ¿el motivo? Con el verano los alimentos se descomponen con mayor rapidez y un alimento en mal estado puede producir serios problemas intestinales. En estas fechas es mejor ponerles comida seca (o combinar húmeda con seca); pero eso sí que no les falte el agua en ningún momento.
Los que tienen gatos saben que estos no son grandes bebedores por lo que hay que vigilar que lo hagan para mejorar su hidratación. Para conseguir que ingieran más líquido desde www.consumer.es proponen cuatro trucos divertidos, apetitosos y sabrosos para que nuestro «minino» tome más agua mientras disfruta y se relame: ofrecerle caldos de carnes fríos y leche, prepararles cubitos de hielo con sabor a pollo, elegir su agua preferida e incluso incrementar el contenido de líquido de la comida.
Conejos y pequeños roedores
Los conejos enanos y por lo general todos los pequeños roedores, tienen un sistema digestivo delicado por lo que hay que tener mucho cuidado con el tipo de alimentación, sobre todo en estas épocas de calor. Hay que vigilar lo que le damos de comer.
Una dieta equilibrada que tenga como base el pienso que se encuentra en las tiendas de mascotas y grandes superficies y heno, combinado con un poco de fruta o verdura es lo más indicado. En el caso de las verduras y las frutas deben estar bien lavadas y secas, además no puede dejarse muchas horas en la jaula porque fermenta y sería fatal para el delicado estómago de estos animales.
Por otra parte, el heno es muy beneficioso para su sistema digestivo y al contener fibra le previene de enfermedades como las bolas de pelo en el estómago, diarrea y obesidad. También ayuda a su correcto crecimiento y mantenimiento dental. Hay quién acostumbra a darles pan duro, veterinarios especializados en pequeñas mascotas consultados aseguran que «no es recomendable ya que engorda en exceso... aunque de vez en cuando se les puede dar para desgastar los dientes, pero que sea duro, duro».
A ellos como a los perros y los gatos no debe faltarles el agua (nunca helada y cambiarla un par de veces al día). A veces se les puede poner zumo de frutas rebajado con agua.
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