martes, 8 de septiembre de 2015

Vacuna contra la traqueobronquitis infecciosa canina.

                                           
La traqueobronquitis infecciosa es una enfermedad altamente contagiosa que en los últimos años se ha convertido en la más frecuente. Sobre todo es diagnosticada en nuestros perros, en la estación fría.
Esta enfermedad está producida por la infección combinada entre el virus de la parainfluenza y la bacteria Bordetella bronchiseptica, aunque  en muchos casos se adjuntan otros patógenos  como sería el herpesvirus, el adenovirus o micoplasmas que pueden complicar mucho el cuadro clínico.
La apatía, fiebre, tos, nariz húmeda, son algunos de los síntomas de esta enfermedad.
 
Popularmente esta enfermedad es conocida como “tos de las perreras”, porque antiguamente se diagnosticaba a los perros alojados en lugares con alta densidad de población como las residencias, las perreras o las tiendas de animales, lugares donde las condiciones de salubridad e higiene no suelen ser las más adecuadas y el hacinamiento conlleva a rápidos y amplios contagios.
 
Desgraciadamente, hoy en día la enfermedad se ha extendido tanto, que afecta cada vez más y más a nuestras mascotas. Estas se contagian con mucha facilidad en la calle tanto por contacto directo con los perros enfermos como por la inspiración de las micropartículas que se generan a través de la tos y los estornudos. Sería el equivalente a la gripe en personas.
 
El periodo de incubación de esta enfermedad es entre 3 y 10 días apareciendo síntomas muy variados que pueden manifestarse durante unos días pero que se puede extender a varios meses en los casos más graves.
 
Los cuadros clínicos en la mayoría de los perros adultos y sanos son leves o moderados presentando una tos persistente, seca y ronca, arcadas y secreciones nasales abundantes sobre todo por la noche o durante los periodos de actividad física (paseos, juegos, saltos etc.). La inflamación de la mucosa nasal y la presencia de las secreciones nasales conducen a la pérdida de la capacidad olfativa que tiene como consecuencia la disminución del apetito.
En la auscultación se puede comprobar la dificultad respiratoria a nivel alveolar.
 
En los cachorros, en los perros mayores o en los que presentan patologías cardiorrespiratorias previas, los síntomas clínicos son más severos y en ocasiones de gravedad incluyendo además de lo expuesto anteriormente letárgia, fiebre, falta de apetito y una insuficiencia respiratoria importante que en muchas ocasiones se debe a una bronconeumónia que tarda varios semanas en curarse y en muchas ocasiones requiere la hospitalización del animal.
 
Esta enfermedad provoca una inflamación importante del faringe, laringe y la tráquea que restringe muchísimo el paso del aire, intensificando la tos y dificultando la respiración.
Si en los perros con una conformación normal del aparato respiratorio esta inflamación provoca una respiración dificultosa, en las razas braquicefálicas (con nariz chata) como es el Bulldog inglés, el Bulldog francés, Carlino, Bóxer, Pequinés etc., aparece una falta de aire severa con cuadros clínicos graves que en ocasiones puede provocar incluso la muerte del animal.
 
Por esto en las razas braquiocefálicas, en los cachorros, en perros mayores y en los perros con patologías previas cardiorrespiratorias, se hace imprescindible practicar una buena prevención a través de la vacunación específica para esta enfermedad en los meses de otoño.
 
Esta vacuna también se recomienda en cualquier perro que va a pasar una estancia en una residencia canina, que participen en exposiciones, practiquen “agility” y en general a los que estén frecuentemente en contacto con otros perros. En el caso de perros que van a ir a residencia o tengan que viajar, la vacuna debe aplicarse mínimo dos semanas antes del ingreso en la residencia.
 
En caso de infección el tratamiento varía en función de los síntomas clínicos y del estado del animal, por esto es muy importante consultar el veterinario lo antes posible para que el cuadro clínico no se complique. Para la recuperación, en primer lugar el animal necesita reposo, siendo necesaria la reducción de su actividad mientras esté enfermo. Dada la disminución del olfato es útil recurrir a alimentos húmedos, ligeramente calentados para que el animal siga alimentándose. Para su recuperación es muy importante vigilar el comedero y el bebedero periódicamente para asegurarnos que el animal bebe y come.
En cachorros, sobre todo en las razas braquicefálicas, la enfermedad es considerada como muy grave.
Para la administración de cualquier medicamento te recomendamos consultar el veterinario porque no hay un protocolo fijo de tratamiento en esta enfermedad y el veterinario es el único profesional que te puede ayudar establecer un tratamiento concorde con los síntomas y la gravedad del cuadro clínico que padece el animal. Además queremos recordarte que la administración de fármacos como aspirina, paracetamol o ibuprofeno, tan común para las personas, es altamente TOXICA en los perros provocando hemorragias digestivas e insuficiencia renal en dosis habituales.
 
Para evitar la diseminación de la enfermedad te recomendamos mantener aislado dentro del hogar al animal durante todo el periodo de los síntomas y uno siete días más para evitar la diseminación de los patógenos.


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jueves, 3 de septiembre de 2015

La operación retorno de las mascotas

 Se acaba lo bueno. Las vacaciones son ya historia. Hoy toca hablar de posibles problemas perrunos y gatunos que acontecen después de pasar unos días fuera normas y horarios.

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Los problemas más frecuentes postvacacionles que podemos encontrarnos son: alteraciones cutáneas, otitis, parásitos, alteraciones de comportamiento o de salud 

«Es indudable que el periodo vacacional conlleva cambios, a veces significativos, en la rutina de las personas y como no, de sus mascotas», así se expresa el veterinario Javier Álvarez de la Villa del Centro Veterinario Victor de la Serna de Madrid.

Se cambia el lugar geográfico, muchas veces, la mayoría, del caluroso centro peninsular a las húmedas costas, de la cosmopolita urbe a los parajes más naturales de la montaña o el campo. Cambios diversos que pueden suponer nuevos estímulos y riesgos para nuestras queridas mascotas. Durante el pasado mes de junio y parte de agosto desde esta sección hemos hablado de los riesgos y precauciones de y con nuestras mascotas antes del verano... hoy nos vamos a ocupar del periodo pos vacacional.


Según nuestra fuente veterinaria consultada los problemas más frecuentes que podemos encontrarnos son: alteraciones cutáneas, otitis, parásitos, alteraciones de comportamiento, alteraciones de salud (como las digestivas), lo mejor y más recomendable es acudir al veterinario para someter a nuestro fiel amigo de un chequeo con el fin de localizar espigas en los oídos, dermatitis o pequeños cortes. También para desparasitar y hacer un análisis de orina y de sangre, para comprobar si ha contraído la leishmaniasis a través de la picadura de mosquitos.
Alteraciones cutáneas

El prurito o picor generalizado -según el doctor Javier Álvarez de la Villa- «es motivo frecuente de consulta». El especialista indaga, averigua la causa y realiza un tratamiento etiológico y sintomático dando alivio a la agobiada mascota. Como causas más frecuentes de este prurito: los nuevos ambientes cargados de alérgenos. Además de las dermatitis debidas a la sal y la arena (los que han estado en contacto con la playa , la arena y el agua salada), como factores irritantes.


Otro problema es la Otitis. Fáciles de distinguir: nuestro fiel amigo ladea la cabeza, la sacude, se rasca y, a veces, incluso chilla. Un examen otoscópico rebela si existe inflamación y si hay o no presencia de cuerpos extraños, como espigas o otro tipo de plantas del campo.

Por otra parte, en el apartado de parásitos, el veterinario consultado asegura que hay que hacer hincapié en los «ectoparásitos, pulgas, garrapatas y mosquitos que abundan, por desgracia, en los lugares de veraneo y parecen esperar su oportunidad con la llegada de nuestros compañeros domésticos». Estos pequeños oportunistas clavan aguijones y mandíbulas, aspiran sangre , producen dermatitis y picores insoportables y pueden contagiar enfermedades. Una visita al veterinario servirá para su reconocimiento y eliminación, de manera rápida y eficaz.
¿Se deprimen las mascotas?

En cuanto a posibles alteraciones de comportamiento, si nos preguntamos ¿está nuestra mascota deprimida? La respuesta es clara: sí, lo está. Ha pasado de un ambiente más complejo, con más estímulos ( otros perros de la familia,el campo, otros familiares "queridos"..) a la rutina de siempre. Bueno, esto también nos pasa a nosotros. Nuestro compañero está echado, triste y su mirada perdida o interrogante. «Volveremos a los paseos diarios, que nos vienen muy bien a los dos ,y a sus amigos del parque. Pero atención, si la tristeza continúa y se torna en apatía, una visita al veterinario y posterior chequeo,nos tranquilizará», comenta el doctor Javier Álvarez de la Villa.


Por otra parte, nuestras compañeros, y en especial , los más mayores, sufren mucho con las altas temperaturas. Además , la rinitis con tos y estornudos, son respuesta indeseable a los aires acondicionados, tan agradables como perjudiciales. Los chequeos geriátricos son muy recomendables después de estos meses estivales.
Alteraciones digestivas

Por último y respecto a las llamadas alteraciones digestivas nos hemos ido de vacaciones, y claro, la rutina alimentaria se queda en casa. Nuevos alimentos, ingestión de elementos extraños, beber un tipo agua diferente a la habitual, probar sin querer agua de mar, de restos de barbacoas , y un largo etc. producen diarreas y otros síntomas más o menos graves y molestos. El veterinario reeduca el plan alimentario y trata el proceso para una rápida incorporación a la vida normal (la de antes de las vacaciones)

Al margen de todo lo aquí explicado hay que añadir mucho cariño y paciencia para que ellos, al igual que el resto de los mortales, superen la operación retorno de las vacaciones.

ABC- carmen aniorte