Nuestros animales no son inmunes a los agentes externos en escapadas a la playa o la montaña. Primeros auxilios y el botiquín perfecto para su bienestar
Guía práctica para unas vacaciones con mascota
¿Un bañito...? "¡Guau!"
Prevenir las lesiones de nuestra mascota este verano. / CORDON - Carolina Pinedo - el país.com
Nuestras mascotas no son inmunes a los agentes externos durante las vacaciones, ya que se exponen a sufrir quemaduras, ahogamientos, heridas o golpes de calor que pueden poner en peligro su vida. Ante estas situaciones, una actuación rápida y acertada ayuda a estabilizar a nuestro animal hasta que lleguemos al veterinario. Le contamos cómo.
Primera norma: Hacerse con un botiquín.
Una caja de medicinas completa y bien organizada resulta de gran utilidad en caso de tener que aplicar unos primeros auxilios a la mascota, sobre todo si se trata de una emergencia. "No obstante, no recomiendo ofrecer medicamentos al animal sin prescripción veterinaria", dice Imanol Sagarzazu, veterinario.
Utensilios del botiquín perfecto
Gasas, vendas y esparadrapo.
Alcohol, agua oxigenada o Betadine para desinfectar y limpiar heridas.
Un termómetro de lectura rápida e irrompible (lo ideal es tomar la temperatura vía rectal).
El suero fisiológico para la higiene ocular (se aplica en caso de que el animal tenga algo de suciedad en el ojo o a su alrededor).
Unas pinzas para retirar garrapatas o espigas atrapadas en el pelo del animal.
Un cortaúñas y una jeringuilla para administrar líquidos.
Unas tijeras pequeñas y romas para cortar gasas o vendas.
Segunda norma: Conocer primeros auxilios básicos para animales.
Quemaduras:
El primer paso es enfriar la zona afectada. La exposición solar prolongada y sin protección pueden causar quemaduras en las zonas de la piel del animal desprotegidas por el pelo, como la nariz. Los perros o gatos de pelaje y ojos claros tienen una dermis más sensible y pueden padecer con más facilidad quemaduras provocadas por el sol.
Por ello, además de aplicarles una crema con filtro de protección solar (la misma que usamos para nuestra piel), conviene evitar que hagan actividades al aire libre en las horas más calurosas del día. Una vez que la piel se ha quemado, aplique cualquier loción con propiedades hidratantes y calmantes.
Pero si el enrojecimiento de la zona afectada no remite en un par de días, consulte al veterinario.
En caso de que las quemaduras estén producidas por sustancias muy calientes, como agua o aceite, antes de acudir al especialista, limpie cuanto antes con agua fría, aplique una pomada con antibiótico o propiedades hidratantes y cubra la zona afectada con una gasa, sin hacer presión.
Golpe de calor:
Hidratar, enfriar y acudir al veterinario con rapidez. Las altas temperaturas pueden provocar en perros y gatos golpes de calor que pueden acabar con su vida en cuestión de minutos. Unas sencillas pautas ayudan a prevenir la subida de temperatura extrema corporal del animal, que puede alcanzar los 42 grados centígrados, como mantenerlos en lugares frescos y tener a su disposición siempre agua.
Pero, una vez que se produce la emergencia, conviene aplicar unos primeros auxilios antes de acudir al veterinario. El objetivo es bajar cuanto antes la temperatura corporal. Para conseguirlo, hay que bañarlo con agua fría y colocarlo en un lugar fresco, por ejemplo, donde una sala con aire acondicionado. Si el animal está consciente, dele agua fresca en pequeñas cantidades. Por supuesto, diríjase al especialista.
Picaduras de insectos:
Aplicar un antihistamínico para evitar una reacción alérgica. Mosquitos y avispas están más activos con el buen tiempo; y perros, gatos o cualquier otro animal doméstico son susceptibles de sufrir picaduras. Los animales, al igual que las personas, pueden tener fuertes reacciones alérgicas que pongan en riesgo su vida.
Los primeros auxilios que se deben practicar en este caso consisten en aplicar una pomada antihistamínica para reducir la inflamación y el dolor. En caso de no tener un medicamento apropiado a mano, se puede rociar la zona afectada con amoniaco o vinagre. Tras estas primeras medidas, vaya al veterinario, sobre todo si se observa que la piel se inflama y enrojece mucho y no remiten los síntomas de manera paulatina.
Además de avispas y abejas, nuestra mascota puede sufrir picaduras de medusas, arañas o mosquitos. "Estos últimos, pueden transmitir enfermedades parasitarias a los perros, como la filariosis o la leishmaniosis", advierte Sagarzazu. Contra estos mosquitos, conviene utilizar métodos preventivos antiparasitarios, como los collares o las pipetas.
Heridas:
Limpiar y desinfectar para que cicatricen sin problemas. En verano, las mascotas, sobre todo los perros, suelen realizar más actividades al aire libre con sus dueños: paseos por el campo, la playa o senderismo. Por ello, hay más riesgo de que el animal pueda sufrir heridas o lesiones de diversa gravedad. Tras estas actividades, una vez en casa, revise las almohadillas plantares del animal.
Si se detecta una herida, observe si hay algún objeto que haya quedado clavado, como una astilla o una espina para extraerlo con unas pinzas. Después, limpie la zona con agua templada y aplique un producto antibiótico, como Betadine. Si la lesión es grave (hay hemorragia o es muy profunda y extensa), acuda al veterinario.
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