lunes, 20 de enero de 2014

¿Cómo elegir a un educador canino?




Los SrsPerros también pueden ir a la escuela y no todos los profesores valen.

Quizá debido a que César Millán y otras estrellas mediáticas más o menos polémicas hacen que lo difícil parezca fácil, de pronto hay tantos educadores caninos como periodistas: parece que ambas sean profesiones que cualquiera puede ejercer, y lo cierto es que no es así.

Es normal buscar a un educador canino si un perro desarrolla problemas de conducta. Pero es también más que recomendable acudir a un profesional cuando un cachorro entra en nuestra casa si no tenemos claro cómo educarle.

Así nos darán las pautas adecuadas para que ese can se convierta en un SrPerro equilibrado.

Además de valorar la conexión personal y el precio, esta son algunas preguntas que puedes hacerle a un educador canino antes de contratar sus servicios.

Empezando por confirmar que su método no es nocivo, que utiliza educación canina en positivo, para evitar sustos o disgustos.

1. ¿Qué formación tienes?

Haber visto la colección completa del encantador de perros no cuenta, más bien lo contrario. Y, ojo, por el momento no hay ningún título oficial a nivel nacional para los educadores caninos. No hay título homologado ni nada por el estilo.

Lo que sí hay es diversas escuelas y profesionales con una sólida trayectoria que se dedican a formar a futuros educadores: Más que Guau con Santi Vidal, Lealcán con Enrique Solís o la Fundación Bocalán son algunos ejemplos.

También ofrecen cursos más o menos extensos en la Universidad Autónoma de Barcelona o en la Universidad Complutense de Madrid, (en esta última ofrecen un Diploma de Educación y Adiestramiento Canino. Terapeutas del comportamiento).

Pero, lo dicho al principio, aún no hay una formación homologada y oficial: quien te indique lo contrario estará faltando a la verdad.

En 2011 se publicaron el BOE las dos nuevas titulaciones relacionadas con el mundo canino, que aún deben ser homologadas por el organismo INCUAL (Instituto Nacional Cualificaciones del Ministerio de Educación).

2. ¿Cómo de rápido/a eres?

Esta es una pregunta trampa, ideal para ahorrar tiempo. Sirve para detectar y descartar a los que siguen el método crema milagro.

Un perro no es una máquina y ningún adiestrador es mago. Hay que trabajar y seguir unas pautas, hay que tener paciencia y constancia. Y lo más importante, no lo hace el adiestrador por sí solo: el dueño debe aprender a educar diariamente a su can.

Cualquier presunto adiestrador que te diga lo contrario será igual de eficaz que las cremas que hacen aparecer los abdominales, de noche y sin esfuerzo.

3. ¿En mi casa o en la tuya?

Un buen educador canino te ayudará a entender a tu can, te enseñará a continuar con su educación día a día.

Tú eres el punto de referencia principal de tu SrPerro y tú eres quien debe aprender a educarle. Cualquier cosa que haga el educador con tu can normalmente debería poder hacerla contigo delante, para que aprendas y entiendas.

En una enorme mayoría de los casos si te dicen que debes dejar tu perro dos meses en algún sitio -los hay que insisten en algo así- no van por buen camino. Tu perro aprenderá, seguramente, pero tú no por lo que los conflictos, cuando regrese a casa, están servidos.

4. ¿Qué experiencia tienes?

Si acudes a un educador por algún problema concreto, lo mejor es asesorarte antes. No todos los educadores serán eficaces para todos los casos, por lógica cuanto más problemático sea el can, más experiencia necesitará tener el 'profe' para que pueda ayudarte.

Pregunta en tu veterinario, mira los comentarios que hayan dejado otros dueños de perro en las fichas de otros educadores en SrPerro... Y, sobre todo, queda en persona para ver qué impresión te causa: la primera visita es, con mucha frecuencia, gratuita y es el momento de ver cómo trata a tu perro, de escuchar y entender qué te propone como método de trabajo...

Es crucial que te sientas a gusto, si te da la impresión de que es demasiado agresivo o brusco con tu can, probablemente lo será y el que lo sufrirá será tu perro.

Importan los años que lleve ejerciendo pero también será interesante saber si ha hecho cursos con otros profesionales para irse renovando y ampliar sus conocimientos. O si él mismo imparte cursos, claro, puesto que eso implica que sigue en formación continua.

Siempre es buen dato saber si tiene perro y le divierte alguna disciplina o deporte perruno como el disc dog, el canicross, agility.

¿Por qué? Porque cuánto más versátil sea el educador más opciones y herramientas tendrá para entender y enseñar a tu perro. Y porque cuanto más le gusten los perros, más empatía demostrará.

5. ¿A domicilio o en un centro? ¿No lo puedes hacer por mí?

Dependerá, una vez más, de la razón por la que necesitas un educador canino: si es para educar y socializar a un cachorro, lógicamente tendrás que llevarlo allá donde haya otros cachorros.

Pero es importante volver a recordar que el que tiene que aprender de verdad eres tú: no sirve de nada que un educador trabaje con tu perro si cuando llegas a casa olvidas sus consejos y haces lo contrario. El can estará cada vez más confundido y será perjudicial para él.

Muchos (buenos) profesionales, de hecho, buscan ofrecer herramientas a los dueños de perro para que ellos mismos puedan seguir avanzando en la educación de su cachorro una vez terminado el curso.

Y, lo dicho previamente, tampoco sirve dejar a un perro en una residencia, como quien deja al hijo en un internado, para recogerle una semana más tarde con la mili hecha.

Educadores caninos en SrPerro.com

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