Los hosteleros analizan con el ayuntamiento la ordenanza que autoriza el acceso de mascotas. Los empresarios tildan de "disparate" que la norma municipal y la autonómica se contradigan
La normativa de Zaragoza se inspira en la de ciudades como Barcelona, donde la presencia de perros en los bares está normalizada hace años. Foto: RICARD CUGAT-elperiodicodearagon.com
El consejero de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, se reunió ayer con representantes de la Asociación de Cafés y Bares y de la los empresarios agrupados en Horeca para abordar la polémica ordenanza municipal de Protección Animal. La norma ha supuesto un cambio revolucionario, pues permite a los dueños de los establecimientos de hostelería, desde primeros de año, autorizar la entrada de mascotas en sus locales, excepto en aquellos lugares en los que se manipula la comida.
El conflicto ha surgido entre los hosteleros porque la legislación autonómica --de rango superior-- choca frontalmente con la nueva normativa municipal, pues veta la presencia de perros en los establecimientos donde se sirve comida. La ley aragonesa prohíbe específicamente, "como medida de higiene alimentaria y para proteger la salud de las personas", la presencia de animales "en zonas de manipulación, almacenamiento o consumo, a excepción de los perros lazarillo".
Esta contradicción había producido entre los dueños de bares y restaurantes una situación de incertidumbre, pues no sabían a qué atenerse, pues si actuaban de acuerdo a la norma municipal y dejaban entrar perros en sus bares, podían ser sancionados por el departamento de Sanidad de la DGA.
PETICIÓN CONJUNTA Por ello, en el encuentro de ayer, los empresarios pactaron con el ayuntamiento pedir al Gobierno de Aragón que "no sancione a los establecimientos de hostelería que libremente decidan aceptar el acceso de los perros de compañía, y así lo exhiban en la entrada", identificación que exige la nueva ordenanza.
Según destacó Jerónimo Blasco tras la reunión, "el hecho de que solo los bares que quieran puedan permitir la entrada de animales ha facilitado el acuerdo. Nos hemos limitado a copiar el modelo que ya se aplica en otras ciudades como Madrid o Barcelona, y en otras muchas de Europa", aseguró.
Desde Horeca consideran que "es un auténtico disparate que ayuntamiento y Gobierno de Aragón digan cosas distintas". Por ello, en la entrevista mantenida ayer con Jerónimo Blasco, máximo responsable político de la nueva ordenanza, trasladaron la petición de los empresarios del sector "para que se pongan de acuerdo, y que se aclaren con celeridad". Los empresarios aseguran que no están en contra del contenido de la ordenanza. "Permite a cada cual elegir desde la libertad. El hostelero que quiera permitirá la entrada de animales y, el que no, no lo hará", aseguraron.
"Pero", añadieron, "necesitamos saber a qué atenernos. Si nos llega una inspección de Sanidad, desde la DGA ya nos han dejado muy claro que la normativa autonómica se mantiene. Por ello, mientras la situación no se aclare, pienso que sería mejor que ningún establecimiento deje entrar perros".
Blasco afirmó que el ayuntamiento y el Gobierno de Aragón llevan camino de alcanzar un acuerdo, "pero sería absurdo que ahora se pusieran a sancionar por esto, justo cuando se aprueba la ordenanza, cuando nunca lo han hecho hasta ahora". Reconoció que, si bien desde el departamento de Medio Ambiente de la DGA "parecen más permisivos", en el de Sanidad se ha encontrado con posturas "más conservadoras", que podían dificultar el acuerdo.
El consejero de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, se reunió ayer con representantes de la Asociación de Cafés y Bares y de la los empresarios agrupados en Horeca para abordar la polémica ordenanza municipal de Protección Animal. La norma ha supuesto un cambio revolucionario, pues permite a los dueños de los establecimientos de hostelería, desde primeros de año, autorizar la entrada de mascotas en sus locales, excepto en aquellos lugares en los que se manipula la comida.
El conflicto ha surgido entre los hosteleros porque la legislación autonómica --de rango superior-- choca frontalmente con la nueva normativa municipal, pues veta la presencia de perros en los establecimientos donde se sirve comida. La ley aragonesa prohíbe específicamente, "como medida de higiene alimentaria y para proteger la salud de las personas", la presencia de animales "en zonas de manipulación, almacenamiento o consumo, a excepción de los perros lazarillo".
Esta contradicción había producido entre los dueños de bares y restaurantes una situación de incertidumbre, pues no sabían a qué atenerse, pues si actuaban de acuerdo a la norma municipal y dejaban entrar perros en sus bares, podían ser sancionados por el departamento de Sanidad de la DGA.
PETICIÓN CONJUNTA Por ello, en el encuentro de ayer, los empresarios pactaron con el ayuntamiento pedir al Gobierno de Aragón que "no sancione a los establecimientos de hostelería que libremente decidan aceptar el acceso de los perros de compañía, y así lo exhiban en la entrada", identificación que exige la nueva ordenanza.
Según destacó Jerónimo Blasco tras la reunión, "el hecho de que solo los bares que quieran puedan permitir la entrada de animales ha facilitado el acuerdo. Nos hemos limitado a copiar el modelo que ya se aplica en otras ciudades como Madrid o Barcelona, y en otras muchas de Europa", aseguró.
Desde Horeca consideran que "es un auténtico disparate que ayuntamiento y Gobierno de Aragón digan cosas distintas". Por ello, en la entrevista mantenida ayer con Jerónimo Blasco, máximo responsable político de la nueva ordenanza, trasladaron la petición de los empresarios del sector "para que se pongan de acuerdo, y que se aclaren con celeridad". Los empresarios aseguran que no están en contra del contenido de la ordenanza. "Permite a cada cual elegir desde la libertad. El hostelero que quiera permitirá la entrada de animales y, el que no, no lo hará", aseguraron.
"Pero", añadieron, "necesitamos saber a qué atenernos. Si nos llega una inspección de Sanidad, desde la DGA ya nos han dejado muy claro que la normativa autonómica se mantiene. Por ello, mientras la situación no se aclare, pienso que sería mejor que ningún establecimiento deje entrar perros".
Blasco afirmó que el ayuntamiento y el Gobierno de Aragón llevan camino de alcanzar un acuerdo, "pero sería absurdo que ahora se pusieran a sancionar por esto, justo cuando se aprueba la ordenanza, cuando nunca lo han hecho hasta ahora". Reconoció que, si bien desde el departamento de Medio Ambiente de la DGA "parecen más permisivos", en el de Sanidad se ha encontrado con posturas "más conservadoras", que podían dificultar el acuerdo.
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